Es un perturbación frecuente del aparato digestivo, que se confunde con aumento de peso, que se manifiesta con gases intestinales, hinchazón e inflamación abdominal, estomacal, cólicos, eructos frecuentes, períodos prolongados de constipación, de diarrea, alternancias entre uno y otro, gusto amargo en la boca.
En muchos casos solo se receta un tranquilizante intestinal, que suelen adormecer al intestino, a veces también carbón o laxantes, algún remedio alcalinizante y recetar cirugía. Siendo lo ideal un cambio de alimentación según el tipo de cuerpo y los trastornos de cada paciente.
Este fenómeno del colon o intestino irritable y los problemas digestivos han recrudecido en los últimos años. Muchas personas padecen este tipo de síntomas y de alguna ú otra manera se resignan a vivir con ellos, perdiendo así calidad de vida pudiendo tener la opción de cambiar su hábitos alimenticios, mejorando notablemente el cuadro clínico.
Estos problemas digestivos tienen que ver con un desequilibrio del intestino, la ingesta de alimentos refinados, exceso de carbohidratos, azúcares y embutidos, además de la combinación inadecuada de alimentos produciendo una mala asimilación de los nutrientes, una debilidad digestiva, en el caso de mujeres menopáusicas, la falta de hormonas que a su vez alimentan al hígado y que al no tenerlas funciona a la mitad de su capacidad normal.
Algunos consejos para reducirlo y/o prevenirlo son:
Tener una alimentación adecuada y personalizada.
Comer despaciosamente.
Masticar cada bocado muchas veces, para mezclar bien el alimento con la saliva, ya que la saliva segrega unas enzimas que actúan alcalinizando la sangre.
Terapia Térmica NALASE te invita a que nos visites para hacerte una valoración clínica y enseñarte qué tipo de alimentación es la adecuada para ti según tu condición física, edad y peso.